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Una piraña en el bidé

Recuerdos del Campus...

Ayer y por un instante vi a una antigua compañera de la facultad. Fue una chica con la que llegue a hablar de cualquier cosa, incluso bromeábamos con salir juntos cuando no tuviéramos pareja. La apreciaba de veras, y no volví a saber nada de ella, solo que se casó con su novio de toda la vida. Me vais a permitir que no diga su nombre por que nunca se sabe y por que las impresiones y sensaciones que me dio el verla no fueron positivas. Lo cierto es que ella no me vio, pero el que ahora es su marido si y se quedo por una fracción de segundo mirándome como diciendo, oye yo a ti te conozco...pero ninguno nos detuvimos a charlar...no me salió, quizá por el reproche con el que se hablaron e intercambiaron miradas...
No me parecieron felices...no como cuando estábamos en la facultad y nos hablaba de él los primeros años. El tiempo fue pasando y en los últimos cursos de la carrera ya no estaba tan claro que fuera el príncipe azul del principio. Rebeca cree que se casaron para ver si lo arreglaban...yo creo que aún están intentando arreglarlo...
Aunque a lo mejor todo esto no es sino una de mis múltiples pajas mentales y solo son conclusiones sacadas de contexto y ella es la mujer más feliz del mundo por que ya se lo merecía en aquella época, y ese día solo tenían un momento malo... ojalá.
Un beso

1 comentario

Becario -

La verdad es que se da bastante, cuando encuentras a antiguos amigos, la tristeza parece que ya se ha apoderado de ellos.

Yo tuve un amigo que esgrimía la tésis de que el matrimonio llega cuando el aburrimiento y los hijos cuando la monotonía... ¿Quién sabe?