Crónica veraniega: Cómo comer una nécora
Nuestros primeros pasos en las vacaciones de este año nos llevaron a la villa de Cambados en Pontevedra. Fuimos para saludar a los amigos José y Elena, y a conocer a la pequeña María, que por aquellas fechas ya contaba con unos mesecillos (que tranquilidad de bebé, que niña tan buena)
Desde aquí en primer lugar quiero como siempre agradecer la hospitalidad de José y Elena y sus familias que, además de ser unos anfitriones perfectos, se portaron como siempre fenomenal. Uno de los días nos metimos una mariscada los cuatro. Como se dedican al mundo de los mariscos (sobre todo moluscos) y como buenos gallegos, seleccionaron ellos personalmente el material y lo hicimos en su propia casa. A saber: 3 kilos de mejillones, 3 kilos de almejas, 3 kilos de nécoras y 3 kilos de berberechos. Como en la canción de Sabina se cortaron de meterse algo más fuerte (además no era temporada de centollo y otros mariscos, estaban en veda, y Jose y Elena para eso son muy legales). Los mejillones los hicimos parte a la vinagreta y parte al vapor (la vinagreta estaba de muerte) y las almejas a la marinera (tremendas, le salieron soberbias a Elena), todo lo regamos con unos albariños de Martin Códax y Terras Gaudas (os los recomiendo, son unos vinos gallegos magníficos)
Cuando nos pusimos a la faena me tropecé con las nécoras y que queréis que os diga, no sabía como comérmelas, uno no esta comiendo nécoras muy a menudo y menos a los precios que están por aquí por los Madriles (eso obviando el tema calidad, que aquellas nécoras eran gloria pura y aquí la gloria pura es también oro puro). Y entonces el amigo José Fiel, haciendo gala de su apellido, me dio una lección sobre las nécoras y sobre cómo comerlas. Primero me enseño a distinguir los machos de las hembras (que son mucho más sabrosas, por que a veces llevan incluidas lo que por allí llaman corales, que son las huevas de las futuras nécoras) fijándome en su abdomen. Las hembras tienen el abdomen mucho mas ancho que los machos. Los machos tienen el abdomen en forma de triángulo y acaba en un ángulo agudo. Tras esta distinción de sexos, me contó que lo primero que le quitas son las patas y las pinzas y tras partirlas por las articulaciones y sacarles la carne, atacas el abdomen que es relativamente sencillo de desmontar de la cubierta superior...
Desde aquí en primer lugar quiero como siempre agradecer la hospitalidad de José y Elena y sus familias que, además de ser unos anfitriones perfectos, se portaron como siempre fenomenal. Uno de los días nos metimos una mariscada los cuatro. Como se dedican al mundo de los mariscos (sobre todo moluscos) y como buenos gallegos, seleccionaron ellos personalmente el material y lo hicimos en su propia casa. A saber: 3 kilos de mejillones, 3 kilos de almejas, 3 kilos de nécoras y 3 kilos de berberechos. Como en la canción de Sabina se cortaron de meterse algo más fuerte (además no era temporada de centollo y otros mariscos, estaban en veda, y Jose y Elena para eso son muy legales). Los mejillones los hicimos parte a la vinagreta y parte al vapor (la vinagreta estaba de muerte) y las almejas a la marinera (tremendas, le salieron soberbias a Elena), todo lo regamos con unos albariños de Martin Códax y Terras Gaudas (os los recomiendo, son unos vinos gallegos magníficos)
Cuando nos pusimos a la faena me tropecé con las nécoras y que queréis que os diga, no sabía como comérmelas, uno no esta comiendo nécoras muy a menudo y menos a los precios que están por aquí por los Madriles (eso obviando el tema calidad, que aquellas nécoras eran gloria pura y aquí la gloria pura es también oro puro). Y entonces el amigo José Fiel, haciendo gala de su apellido, me dio una lección sobre las nécoras y sobre cómo comerlas. Primero me enseño a distinguir los machos de las hembras (que son mucho más sabrosas, por que a veces llevan incluidas lo que por allí llaman corales, que son las huevas de las futuras nécoras) fijándome en su abdomen. Las hembras tienen el abdomen mucho mas ancho que los machos. Los machos tienen el abdomen en forma de triángulo y acaba en un ángulo agudo. Tras esta distinción de sexos, me contó que lo primero que le quitas son las patas y las pinzas y tras partirlas por las articulaciones y sacarles la carne, atacas el abdomen que es relativamente sencillo de desmontar de la cubierta superior...
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